10 principios básicos para ser un buen parrillero
Porque no sólo necesitas saber la técnica para cocinar la carne, los asados quedan más ricos aún cuando hay pasión y gusto por lo que se hace. Cuando convocan por su delicioso sabor y además generan un ambiente de amistad y distención.
¡Te invitamos a conocer el decálogo de uno de los ritos más tradicionales de la gastronomía latinoamericana!
1. Debes dejar madurar las carnes frescas en el refrigerador durante 2 a 3 días a 6ºC.
2. Realiza el salado antes de asar sólo para aquellos cortes que están protegidos por membranas o grasas. Los animales enteros y los cortes gruesos se salan a lo menos 3 horas antes de asar. Los cortes que tengan expuestas sus fibras musculares se salan después de haberse sellado o dorado.
3. Coloca las carnes sobre la parrilla sólo cuando las brasas estén bien hechas. Si pretendes usar brasas de leña, enciende la fogata con bastante anticipación.
4. Las carnes al asador vertical se pueden exponer al calor desde el inicio de la fogata.
5. Sella todos aquellos cortes que tengan expuestas las fibras musculares, con un golpe de calor fuerte (entre 170ºC y 200ºC) durante 5 minutos por lado.
6. Debes asar los cortes delgados a temperatura moderada-alta (entre 120ºC y 170ºC) por un tiempo breve o hasta que se doran.
Los cortes gruesos se asan a temperatura moderada (entre 90ºC y 120ºC) durante un tiempo prolongado, proporcional a su grosor.
7. La temperatura de cocción que apliques a tu asado siempre debe ir de más a menos.
8. No cortes de inmediato la carne asada, ya que los jugos han de asentarse o estabilizarse durante algunos minutos una vez retirados del calor.
9. Debes disponer con suficiente antelación todo lo que necesitará y rodea el servicio del asado: utensilios, acompañamientos y bebidas.
10. El asado no debe esperar a los comensales, son ellos los que deben estar a la espera del asado.
¿Qué te parecieron estos tips? Pon tus manos a la obra y conviértete en el mejor parrillero.
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