1 – Clay Allison (1840-87):
«Crazy Clay», el loco Clay era llamado así desde su adolecencia.
Siempre fue todo un personaje en Texas, donde tenía varias órdenes de arresto que nadie se atrevía a ejecutar.
Se casó joven y a los pocos días, su esposa desapareció y no se volvió a saber de ella. A Clay le hallaron beodo y recitando poemas en su rancho baldío sin ofrecer respuestas sobre su paradero.
Finalmente, se cargó en Abilene a dos Rangers de sendos escopetazos sólo porque le intimidaron a dejar de gritar en un salón de juego. El caso esta vez era grave, pero recien estallada la Guerra de Secesión, Clay se alistó con 21 años en el Batallón del sanguinario coronel sureño Quantrill. Su absoluta falta de escrúpulos, buena punteria y ausencia de miedo, le hicieron ascender rápidamente a oficial. Todo el mundo, incluso sus compañeros, le tenía por psicópata.
Participó en el famoso Asalto a Lawrence de 1863, donde se dijo que ejecutó personalmente a más de 20 «botas rojas» (fanáticos comandos abolicionistas). Al concluir la contienda, huyó a su tierra natal y vagó sin rumbo fijo trabajando como vaquero con nombres falsos en distintos ranchos. Pero siempre le echaban porque terminaba matando a alguien… Cuando se enteraba de que en tal o cual sitio había un «chulito» que presumia de habilidad con el revolver, allí acudía él con su inseparable Colt del 38 y su botella de whisky añejo a retar al figura en cuestión y ser aclamado como vencedor cual justa medieval.
Acabó matando a un comisario y, perseguido por los Rangers, quien ya le habían identificado y ansiaban venganza, se refugió con los apaches tras casarse con una india. Retornado después de una aministía a raiz de la rendición de los Apaches al general Crook, apareció solo y sin su mujer india en su antiguo rancho abandonado. Se dice que le encontraron muerto por causas naturales unos buhoneros rodeado de botellas de alcohol. John Ford dijo de él «que fue el mayor bastardo del Far West». Se calcula que mató a unas 50 personas (sin contar la guerra).
2 – Joaquín Murrieta (1829-53):
Mexicano de familia noble, de su leyenda proviene la mítica e idealizada figura de «El Zorro«.
Tras la invasión de EEUU de México en 1846 y la Anexión de su California natal a los EEUU, se hizo bandolero y asaltante de haciendas, diligencias y bancos pequeños. Se decía de él que sólo atacaba a los gringos anglosajones y a los ricos vendidos,y eso le proporcionó el favor del pueblo llano que le adoraba y escondía como si fuese un moderno Robin Hood.
En realidad, Murrieta era un sanguinario asesino que dispara a cualquiera que tuviese dinero para robarle, y cómo los yanquis eran los potentados, pues ellos solían resultar sus víctimas. Remataba a las indefensas personas que atracaba sin necesidad, por pura diversión. Abatió a varios soldados de Caballeria e intentó huir a México, pero le cortaron el paso en Rio Grande y le destrozaron con tantos balazos que su cuerpo quedó irreconocible.
3 – John Wesley Hardin (1854-1895, El Paso):
Se le considera el record man letal del Far West, pues se le atribuyen 58 muertes, entre ellas 4 sheriffs marshalls, entre los cuales se cuenta el conocido Bat Masterson,»hazaña» que le hizo famoso en todo el Oeste.
Clint Eastwood quiso una vez rodar una película sobre él, pero había tanto material y tan contradictorio que dejó el proyecto. Forajido sin tapujos, siempre actuaba sólo,bien asaltando bancos o pequeños ferrocarriles de esos que empezaban a desangrar las llanuras. Una vez,sin ninguna ayuda, paró un convoy de 100 pasajeros en Topeka interponiendo piedras en los railes, asesinó a los dos revisores y a un pasajero que intentó desenfundar cuando el tren se detuvo obligatoriamente a ver qué pasaba en la via, y se llevó un botín de 20.000 dolares entre el contenido de las sacas de correo que contenían las nóminas de los soldados de Fort Lessington y las pertenencias de los viajeros… Una fortuna para la época. A pesar de ello, siguió con su carrera criminal hasta que le hirieron en un tiroteo en Kansas y pasó 16 años preso.
Es un misterio no aclarado por qué no fue ahorcado. Se dice que una prostituta con la cual mantenía tratos «sobornó» con dinero y otros favores al juez federal enviado a la localidad. En la cárcel se comportó bien, se sacó el título de Abogado y parecía un hombre nuevo cuando le indultaron la cadena perpetua y le liberaron. Nada más en la calle, volvió a las andadas pero actuando con más inteligencia: seleccionaba establecimientos lucrativos con caja fuerte y los asaltaba cuando apenas estaba el dueño. Mantenía una doble identidad como letrado respetable en una u otra ciudad hasta que «pelaba» la localidad y emigraba a otra a seguir con el negocio. Ahora sólo mataba si se le resistían. Le reconocieron al final por un duelo que mantuvo con 7 cuatreros en un burdel de Austin (no los cuatreros,a esos los reventó a tiros usando dos colts,uno en cada mano….).
Hubo de cambiar de identidad y esconderse a salto de mata por la frontera mexicana. Siempre se le consideró el pistolero más rápido de la Historia del Oeste. El mito decía que desenfundaba y disparaba a dos manos antes de que un hombre pudiese chasquear los dedos. Se las arreglaba como ladrón de poca monta y jugador bajo nombre falso cuando hirió a un sheriff en El Paso. Le dio por muerto y huyó unas semanas a las montañas. Ése fue su error. Al volver,sin interesarse nada más que por el burdel y el juego, el alguacil, recuperado, un tal John Selman, le acribilló por la espalda mientras echaba una partida a los dados en una taberna que aún hoy se enseña a los turistas, «The Castle». Bob Dylan le compuso una canción.
4 – Jesse James (Misuri 1847-82):
Obstenta el record de la recompensa más grande ofrecida jamás por la captura de un bandolero,100.000 dolares de la época,unos 2 millones de euros actuales.También es el pistolero sobre quien más películas se han rodado.
Fue un héroe popular en su tiempo y le consideraron mártir…. Como Clay, luchó con el Batallón de Quantrill por la Confederación y terminó siendo Comandante. Era inteligente,atractivo y duro como el acero. Acabada la contienda,fanático outlaw,alegó que las leyes USA no eran legítimas y que él no se había rendido y proseguía la guerra por su cuenta… Nunca se consideró un bandido a sí mismo,sino un fugitivo justiciero o un guerrillero.
Formó con su hermano Frank y otros antigos conocidos y amigos de su tierra una banda letal que igual asaltaba trenes que bancos,logrando botines inmensos y burlando a las autoridades en trepidantes huidas atravesando estados sin dejar de cabalgar. En el Este,sus historias de atracos y «hazañas» eran tan cotizadas que empezaron a publicar folletines gráficos exagerados con ellas,transformándole en un mito viviente en todo el país.
En invierno se escondía tranquilamente en un pueblecito aislado por las nieves de Montana con su hermano,y en primavera reunía a su banda,reclutaba nuevos hombres e iniciaba su «campaña anual» de atracos tan exitosos que fue considerado un hombre riquísimo,pero a él le enfurecía que dijesen eso y vivía espartanamente.Al final,ocurrió lo inevitable:Por pura estadística, durante el asalto a un banco de mineros en Nordlenheim,la población de origen emigrante sueco,les hizo frente a tiros y,tras un frenético enfrentamiento en el que murieron 34 lugareños y 7 atracadores, Jesse, malherido y su hermano Frank ,también herido,escaparon de milagro sin botín.
A partir de ahí se les buscó sin tregua por todo el Oeste ofreciendo fantásticas recompensas.Pero fue un chaval de 20 años, «el cobarde Robert Ford» como pasó a la Historia por siempre,quien le asesinó de un balazo en la nuca mientras colgaba un cuadro en una casita que era su escondite en las Rocosas.El chico era un admirador suyo y acababa de ser reclutado por otro secuaz de Jesse mientras éste se reponia de las heridas,pero resultó ser más admirador de la recompensa.Que gozó poco tiempo,pues Frank le encontró y le mató salvajemente en un campamento de vaqueros de Idaho 3 años después.
5 – William H. Boney, alias ‘Billy El Niño’, (1859-1881):
Quizás el más conocido pistolero si hiciesemos una encuesta, y enormemente popular también en su época: en el Este, las «novelitas gráficas» con sus aventuras, ficticias la mayoria, batieron records de difusión y contribuyeron a crear una falaz memoria de quien fue un temible asesino y ladrón, pero pasó por héroe audaz… Desde que mató con 15 años a dos hombres cerca de su casa antes de huir rumbo a la nada, The Kid no cesó de disparar y correr. Robaba al por menor en comercios y pueblos adquiriendo una enorme destreza con el colt cuando fue enrolado por uno de los bandos enfrentados en la Guerra del Condado de Lincoln, una sangrienta pugna entre terratenientes ganaderos y agricultores en Nuevo México que trajo toneladas de plomo y cientos de víctimas.
Billy se destacó enseguida como lider natural de una banda al servicio del bando rural y personalmente abatió a más de una decena de hombres, incluido un marshall-sheriff y un Comisario de Territorio en Santa Fe. Espectacular fue su huida de la prision estatal mientras esperaba el ahorcamiento, matando a 6 guardias. Terminada la pugna, el Gobernador indultó a todos los implicados, por lo cual, William tenia la oportunidad de empezar de cero. Contaba 20 años apenas y poseía un aspecto engañosamente inofensivo. Pero había encontrado su vocación: formó un banda con los antiguos compañeros del condado, y bajo su dirección atracaron tantos bancos y asaltaron tantos trenes que ninguna compañia aseguradora de Sudoeste de EEUU quería cubrir a los establecimientos de la zona. Su máximo botín fue de 62.000 dólares, el presupuesto anual de toda Nueva York en esos días. Ante la alarma pública, se enviaron incluso efectivos militares, pero William se movía en los montañas de Arizona como pez en el agua.
Nunca nadie reunió tantas órdenes de busca y captura en tan poco tiempo como él. La presión militar fue reduciendo sus actividades y diezmando a los miembros de su banda. William decidió esconderse en Fort Sumter como proxeneta y, estando en compañia de una de sus chicas y desarmado, fue tomado por sorpresa por uno de sus antiguos compañeros que se había hecho ayudante de sheriff, Pat Garret, a quien le fue denegada la recompensa por su turbio pasado.
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